En la decada del 60 el software no era considerado un producto sino un añadido que los vendedores de las grandes computadoras de la epoca aportaban a sus clientes para que éstos pudieran usarlos. En 1971, cuando la informatica todavía no había sufrido su gran boom, las personas que hacían uso de ella, en ámbitos universitarios y empresariales, creaban y compartían el software sin ningún tipo de restricciones. Con la llegada de la decada de los 80 la situación empezó a cambiar. Las Computadoras más modernas comenzaban a utilizar sistemas operativos privativos, forzando a los usuarios a aceptar condiciones restrictivas que impedían realizar modificaciones a dicho software. Llegado el año 2000, con la madurez del software libre, el equilibrio dentro del modelo vuelve a balancear sus fuerzas y hay empresas que han restado peso a la venta de licencias de software y han potenciado otras actividades como el soporte, los desarrollos a medida, la implantación y demás. Hace solamente unos cinco años, el software libre era todavía una curiosidad, algo que algunas empresas arriesgadas estaban probando y que muchas otras consideraban cosa de comunistas y de locos que regalaban su trabajo. Hoy en día, el software libre se ha establecido como una verdadera alternativa para empresas de diferentes tallas, desde las micro hasta las más grandes empresas de la talla de IBM. Solamente los pocos informados, o los que ven sus intereses afectados, siguen desdeñando al software libre y poniéndolo en un plano inferior al software comercial. El futuro del software libre se presenta imparable en muchos frentes y de los servidores y las instalaciones de centros de investigacion esto pasando a empresas y administraciones, que empiezan a desplegar miles de puestos de trabajo con el.
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